Un tipo de luz me siega los ojos. Giro a mi alrededor para ver qué hay, pero la luz era tan potente que ni me dejaba ver.
-¿Sabes que ocurre, no Phil?- Una voz inquietante me pregunta.
-Ese no es mi nombre. ¿Porque estoy atado?- Me atreví a preguntar.
-Es... muy importante que te tenga así. Los otros pueden tener tentación, y pues, yo no me encargo de limpiar el desorden..- Respondió el tipo, aún sin mostrar ningún aspecto.
-¿Que chingados de broma es esta? Solo déjame ir- Yo respondí neciamente. Como esperado, nada pasó.
-Te pido que tengas mucha paciencia. Es por tu propio bien- Continuo ordenando.
-Me vale verga y media. ¡Déjame ir ahora si no quieres que la policia intervenga!- Amenzaé sin pensar de las consecuencias.
-Adelante. Intenta llamarlos. Haber si tu necedad puede contra eso...- Él me ordenó. Hice el intento de alcanzar mi Nokia, pero mis manos estaban atados con un nudo muy fuerte.
-¿Me puedes solo dejar ir?- Pregunté.
-Solo quiero hacerte una cosa...- Él dijo.
La puerta se abre, y una figura de 2 metros entra por la puerta. Yo tragué un poco de saliva.
-¿¡Qué fregados es eso?!- Exclamé sorprendido.
-Donde está, Phil. Dímelo ahora- Él me ordenó.
-¿De que rayos me hablas?- Yo pregunté ya enojado.
La figura gigantesca se acercó, y pude ver su rostro. Era un tipo de pájaro amarillo con un pico naranja, y con unos dientes más afilados que cualquier alfiler de acero. Este tenía varios bultos en la cara y unos ojos rosados que penetraban tu alma, y, al parecer, tenía un Cupcake pegado a su mejilla. La criatura me miró fijamente a los ojos y suspiró en mi pleno rostro.
-No lo voy a volver a repetir. Donde está- Me volvió a ordenar.
Esta vez me quedé callado.
-¿Eso es todo? Yo esperaba más del gran Henry...- Él dijo muy preocupado.
-Acábatelo entero. El ya no me sirve de nada- Él ordenó. El se alejó y se fue del cuarto. En cuanto se escucho como la puerta se cerraba, su pico se abrió completamente, dejándome ver el interior de la criatura...